LEGION ESPAÑOLA DE VOLUNTARIOS EN RUSIA

Los últimos de la División Azul

NOVEDAD DE LA EDITORIAL ACTAS

Diciembre de 2014

Frente del Este. 23 de enero de 1944...

Unidades españolas defienden desesperadamente la ciudad de Lyuban’ del acoso soviético. Son hombres de la Legión Azul, la hermana menor de la División Azul. Los rusos acaban de iniciar su ofensiva de invierno contra el Grupo de Ejércitos Norte de la Wehrmacht. Un capítulo de nuestra historia casi desconocido y que generalmente solo ocupa un pequeño párrafo en algunos de los libros que tratan de la actuación de la División Española de Voluntarios durante la campaña de Rusia. A miles de kilómetros de nuestro país, 2.268 efectivos, procedentes de todos los rincones de España… ¿Quiénes formaron esta unidad? ¿Qué misión tenía encomendada? ¿Cuál era su origen? ¿Dónde combatió? ¿Cómo finaliza la presencia militar española en el Frente del Este? Con el apoyo de documentación inédita, procedente de diversas fuentes así como de numerosas fotografías no publicadas hasta la fecha, en estas páginas se da respuesta, por vez primera, de forma detallada, rigurosa, a todas estas preguntas.

SOLDADOS DE HIERRO

LOS VOLUNTARIOS DE LA DIVISION AZUL

NOVEDAD DE LA EDITORIAL ACTAS

15 MAYO DE 2014

Nuevo lanzamiento de la Editorial Actas. Una impresionante obra que estudia nuevos aspectos sobre la gesta divisionaria y la participación de miles de españoles en el Frente Ruso.

Disponible y ya a la venta.

Mas información:

www.actashistoria.com/titulo.php?go=2&isbn=978-84-9739-141-2

• TÍTULO: SOLDADOS DE HIERRO
• SUBTÍTULO: Los voluntarios de la División Azul
• AUTOR: Francisco Torres García
• EDITORIAL: Actas
• COLECCIÓN: Historia contemporánea
• PÁGINAS: 820 + 96 (de fotos)
• FORMATO: 16 x 25 cm.
• ENCUADERNACIÓN: Tapa dura
• ISBN: 978-84-9739-141-2
• FECHA DE PUBLICACIÓN: Mayo de 2014
• SINOPSIS: Esta es la historia de unos españoles que, durante un período de sus vidas —impulsos de juventud—, quisieron ser soldados; de las razones que, en un tiempo distante y por ello a veces incomprensible para el hombre actual, los llevaron a luchar contra el comunismo en el lejano Frente Oriental, durante la Segunda Guerra Mundial, en las filas de la División Azul.
  
  Varios cientos de miles de españoles de hoy tuvieron un familiar en aquella unidad, porcentualmente quizás una de las más condecoradas de aquel conflicto, y a buen seguro que aún se preguntan por el porqué y el para qué de aquella decisión. Desde una perspectiva sociológica, que a veces se convierte en un auténtico estudio antropológico, donde se aúna lo cuantitativo y lo cualitativo, Francisco Torres, trabajando sobre una muestra significativa de más de casi millar y medio de voluntarios, con prosa fácil, no extraña al recurso literario en el retrato humano, con tensión en el relato bélico, nos invita a sumergirnos en la vida de aquellos soldados, en una realidad poliédrica, para, desde una ingente documentación de carácter privado, personal, acercarnos a ellos como si el tiempo se hubiera detenido en aquellos instantes, desligando a los hombres y los hechos de evoluciones personales posteriores, de las readecuaciones de lo vivido al devenir de la historia.
  
  Un texto en el que los soldados, unos hombres que se van convirtiendo con el paso de las páginas en auténticos soldados de hierro, son los únicos protagonistas de lo que se transforma, sin apenas percibirlo, en una increíble biografía múltiple de cientos de protagonistas que nos aleja de estereotipos interesados, de dibujos distorsionados, para situarnos ante historias de honor, sacrificio, entrega, coraje, camaradería y valor, pero también de lágrimas compartidas con una retaguardia de hierro que, por vez primera, también tiene un espacio propio. Un recorrido que nos lleva desde 1941 hasta prácticamente el tiempo presente porque nos aproxima a la huella que deja en los hombres haber participado en una guerra.
• CRITICAS Y RESEÑAS:
  http://www.actashistoria.com/titulo.php?go=2&isbn=978-84-9739-141-2

El pasado viernes 6 de septiembre, a las 11:00 h, en el Cuartel “Infante Don Juan” en Madrid y en una ceremonia íntima, se procedió a la entrega de los restos de 5 divisionarios a sus respectivas familias y que procedentes de Rusia, habían sido repatriados a principios de esa semana. La ceremonia fue presidida por diversos mandos del Ejercito Español. Entre los restos repatriados, los del capitán ENRIQUE VERA FERNÁNDEZ ( Medalla Militar Individual y el capitán más joven en caer en el Frente Ruso ). Desde esta página, enviamos emocionadamente un fuerte abrazo a su familia, al igual que al resto de familiares de los otros cuatro divisionarios, procedentes de los cuatro puntos cardinales de España.





Sirva de humilde homenaje por nuestra parte, la inclusión en nuestra página de sus datos biográficos.







Biografía del Capitán Enrique Vera Fernández

Nació en Alhucemas, ya que su padre, el comandante de Artillería, Enrique Vera Salas se encontraba destinado en dicha guarnición.
A los pocos años, el comandante Enrique Vera es destinado al histórico cuartel de Lepanto en Córdoba, donde el joven Enrique pasará los mejores años de su infancia, haciendo muchísimos amigos allí, hasta el punto de que lo consideraran un cordobés más. Buen estudiante, inmediatamente empezará la carrera militar en la histórica Academia Militar de Guadalajara, la misma en la que también estudió su padre y en la que lo haría su hermano Antonio. Con excelentes notas se integra perfectamente como cadete en la vida de la Academia.

El 18 de julio de 1936 tanto Enrique como su padre, se encontraban de vacaciones en Ronda, ciudad a la que acudían siempre que les era posible y lugar donde el comandante Vera se encontraba de baja por enfermedad. El destino separara para siempre al joven Enrique de su padre.

Tras escapar de los rojos y con solo 19 años, Enrique es destinado, como Alférez Provisional, a una Sección de Ametralladoras del Regimiento de Granada. Llevará a cabo distintas acciones militares en la Serranía de Ronda, llegando incluso a atravesar las líneas enemigas con un camión lleno de munición para su unidad. Igualmente, desarrolló diversas acciones en el Puerto del Viento. Es aquí donde conoce a Manuel mora Figueroa, uno de sus mejores amigos hasta el final de sus días. Ambos protagonizaron juntos varias acciones militares heroicas, como cuando lucharon durante 60 horas seguidas en el pueblo de Juzcar en la Navidad de 1936-37. Aun siendo tan joven, Enrique estará al mando de una Centuria del reconocido Tercio de Mora, que conquisto 57 poblaciones andaluzas, siendo reconocido por su valor en el frente y condecorado múltiples veces.

En el frente de Pozoblanco, sería herido gravemente por la explosión de una granada cercana, permaneciendo casi dos meses de baja por las heridas sufridas. Fue condecorado con la medalla de Sufrimientos por la Patria.

Tras la toma de Málaga, Enrique se llevaría la peor de las noticias. Al entrar en la ciudad con las tropas nacionales, descubre que su padre, unos días antes, se había suicidado en su despacho cuando los rojos entraron en su casa para obligarle a combatir con ellos. Las últimas palabras del comandante Enrique Vera Salas fueron: ¡¡¡ Honro a mi mujer e hijos!!!! Este hecho marcara para siempre la vida de nuestro protagonista. Al acabar la guerra, Enrique será ayudante del Gobernador Civil de Málaga, cargo que abandonará a las pocas semanas para volver al frente.

En 1939 ingresa en la Academia Militar de Zaragoza, donde permanecerá hasta 1941 cuando es ascendido a capitán alumno. Al salir en su último día en la Academia, se despidió de sus compañeros de promoción con una frase: ¡¡¡ Me voy a Rusia!!!!

En un primer momento no lo consigue y fue destinado a Málaga, donde durante unos meses su única obsesión era la de participar en la Campaña de Rusia. Consigue hablar con Mora Figueroa y a través de este, a principios de 1942, finalmente es destinado como capitán de Infantería a la División Española de Voluntarios. Marchó a Rusia el 3 de febrero de 1942 pero durante meses no tuvo noticias de su madre, que vivía en Málaga y tuvo que recurrir a un diario andaluz para que le escribiera.... “A ti, mamá, te ruego que me escribas siempre que puedas. Apenas si he notado el cambio de temperatura y me encuentro igual que hace siete meses que llevo por estas tierras”...

Permanecería en el frente ruso 16 meses, hasta que en una acción heroica estando al mando de la 3ª Compañía del 2ª Batallón del Regimiento 269, protagonizada en la madrugada del 17 al 18 de mayo de 1943 y tras asaltar un bunker provocando varios muertos al enemigo, es alcanzado por la metralla, sufriendo múltiples heridas. Muere desangrado unas tres horas después, camino de la retaguardia....
Por esta acción se le concedería la Medalla Militar Individual. Fue el capitán mas joven de la División Azul en caer en el frente ruso, con solo 26 años. Unos días después de su fallecimiento llegaría la orden para que volviera a España, pero ya a destiempo.....



El capitán Enrique Vera Fernández, en la noche del 17 de mayo de 1943, mandaba la 3ª compañía del 2º batallón del Regimiento 269 cuando efectuó un reconocimiento en vanguardia, haciendo varias bajas al enemigo. Voló varios bunkers y se apoderó de diversas ametralladoras, resultando golpeado por el fuego enemigo y tres horas después falleció a causa de las heridas de metralla. Era el capitán más joven del arma de Infantería, y fue alférez provisional en la guerra de España.

Tras su muerte, sería nombrado comandante honorifico. En la Academia Militar de Zaragoza, 600 cadetes le rindieron homenaje en la Academia Militar de Guadalajara. También recibió homenajes póstumos en Zaragoza y Málaga, ciudad donde su funeral fue seguido por toda la población, acudiendo a la iglesia de San Felipe, toda la Jerarquía de Falange, el Gobernador Civil de Málaga y múltiples personalidades civiles y militares de la provincia.

- NUEVA PUBLICACION -

Biografía del general Esteban-Infantes: El destino de un soldado.

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